No es solo respirar

Mindfulness no es solo respirar de manera consciente.

Lo primero que hacemos en Mindfulness es prestar atención a la respiración, ser conscientes de que respiramos y con ello, darnos cuenta que ese mecanismo automático nos mantiene con vida.

La respiración consciente nos permite detener el tránsito alocado de los pensamientos, disipar las tormentas mentales y hasta puede producir una sensación de relajación corporal. Respirar conscientemente puede ser nuestro S.O.S, en el torbellino que nos envuelve nuestra vida diaria.

Es la primera de las prácticas de Mindfulness, es sencilla y lo interesante es que siempre la tenemos a mano! Generalmente nuestra mente está en un lado y nuestro cuerpo en otro, la respiración consciente devuelve la mente a nuestro cuerpo, los une.

Pero Mindfulness no es sólo respirar de manera consciente, escucho a mucha gente que dice “respiro y me calmo”, eso sí puede ser, pero Mindfulness es más! Mindfulness es darme cuenta que no estoy calmo, que estoy ansioso, enojado o lo que sea; es darme cuenta de lo que me pasa y poder elegir qué hago con eso que siento o pienso.

La respiración consciente es el ancla desde donde podemos aquietarnos; aquietar la mente y aquietar el cuerpo. Pero Mindfulness es más que aquietarnos, es la condición para la auto observación y la auto observación, nos lleva al auto conocimiento.

Cuando nos conocernos, tomamos conciencia de nuestras fortalezas y de nuestras debilidades, empezamos a ser conscientes de cómo reaccionamos y los efectos que producen en nosotros mismos y en nuestro entorno, dichas reacciones. Eso nos posibilita tomar las riendas de nuestras emociones y pasar de la reacción a la respuesta.